lunes, diciembre 18, 2006

El váter del fin del mundo

Tengo un amigo aficionado al montañismo que tiene una duda que aún no ha podido resolver. Y es que: ¿cómo hacen sus necesidades los alpinistas?

Ha ido a numerosas charlas de Iñurrategi, Oiarzabal, Otxoa de Olza... pero nunca han explicado nada al respecto. Quizá ninguno consideró que tenía interés (lo dudo, porque a mi me corroe). Mi colega nunca levantó la mano para, al final de la charla, preguntar sobre el tema. Algunos pensarán que es demasiado tímido. Yo creo que no hace falta ser muy tímido para que a alguien le de corte hacer una pregunta semejante. Sobre todo por las caras que estoy seguro que le pondría el personal. No se si utilizan un compartimento especial en los trajes o si lo hacen de manera "natural". Lo que es cierto es que si ya a 2.000 metros en invierno hace una rasca que jode no me quiero imaginar la escena a 8.000. En pocas palabras: se te puede quedar tiesa en la mano. Eso en el caso de que te la encuentres. En resumen: el menor de tus problemas es calcular mal la dirección del viento, a diferencia de lo que nos pasa a los montañeros aficionados.

Ya ven un nuevo tema de interés que se pierde en la noche de la ignorancia por lo políticamente correcto.

Dice la "Guía del Autoestopista Galactico" que en el extremo del universo hay un restaurante bastante bueno. Se llama Milliways. Parece lógico que haya un váter en él. De otra forma llegados hasta el fin del universo sería ilógico, e incómodo, que no fuera así.

Y si entonces hay uno hasta en el fin del mundo... ¿porqué no en las montañas más visitadas?
Como muestra os dejo un par de soluciones baratas que he encontrado por la red. Seguiremos investigando.





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