miércoles, noviembre 19, 2008

Desde Esqueria

Dentro de poco serán casi dos años. Por una vez me cuesta concentrarme en lo que tengo delante porque pienso en el próximo mes. Como ya sabéis de que va la historia me puedo ahorrar muchas líneas. Sólo para los amantes de la wikipedia: el otro día vi a Nausicaa. No os asustéis porque es así como se llama una tienda de surf en Caen. Me muero de ganas de estar de vuelta.

Estoy empezando a ver opciones para el traslado. He pensado alquilar un coche. Si a alguien se le ocurren más ideas, serán bienvenidas.

Por cierto... ¿quién se apunta a subir a Peñas de Aia? (necesito mi dosis, pero ya)

Ikusi mendizaleak
baso eta zelaiak,
mendi tontor gainera
igo behar dugu...


De regalo, como todo lo demás, una de mis canciones preferidas de "The Who", "Baba O'Riley" porque I don't need to be forgiven, no, no, no, noooo...

jueves, noviembre 13, 2008

La Behobia 2008

Contra todo pronóstico no sólo tuve lo que hay que tener para lanzarse al reto de correr la Behobia, sino que encima llegué en la que considero una buena marca, 1h:44min.
Al final corrimos algo más de 13.800 personas. Os podéis imaginar el ambientazo a la salida: nervios, cafés, pequeños trotes para entrar en calor. Por megafonía nos recordaban continuamente a qué hora se acababa el servicio de recogida de mochilas y cómo no debíamos salir antes de la hora prevista en nuestro dorsal para que el chip registrara nuestro paso por la salida. Y allí estábamos haciendo tiempo mientras nos desperezábamos y, en concreto yo, me quitaba las legañas. No tengo quejas ni siquiera de la música, recuerdo escuchar a Bunbury al llegar y a Metallica poco después. Mientras esperábamos el turno los dorsales naranjas sonó You Shook Me All Night Long (AC/DC). Y a enfilar la recta de salida.

Con mucha calma llegamos al centro de Irún y casi sin enterarnos estábamos saliendo del pueblo, cada vez se nos queda más pequeño, como diría Unai. Avituallamiento necesario a la altura del Urdanibia (Km 6) para afrontar el alto de Gaintxurizketa, que al menos nos cogía frescos. Luego vendrían los toboganes de Lezo, recorrido rompepiernas en el que el retraso de las subidas a veces no se compensa por muy embalado que desciendas. A este nivel el esfuerzo se empezaba a notar pero la determinación moral era grande.

Y de tanto bajar lo que con mucho esfuerzo habíamos subido, llegamos a Pasajes. El recorrido que hasta entonces estaba plagado de gente a ambos lados de la carretera se fue despejando. Tramo liso y largo, en definitiva aburrido. Y repitiéndote una y otra vez que había que reservar fuerzas porque lo peor, o lo mejor, estaba por llegar. Y así nos encontramos de bruces con el alto de Miracruz. Una subida del 7% en el que se pusieron a prueba piernas y paciencia. Pero es que cualquiera se para con todo ese público animándote... Una vez arriba, y para no perder la filosofía de esta carrera hay que bajar. Y aquí es donde piensas que lo has hecho, que ya nada puede evitar que llegues hasta la meta, porque piensas eso de que, cuesta abajo, hasta la mierda corre. Pero precisamente por eso también es un tramo que se te hace largo, creo que tarde algo más de 15 minutos desde allí hasta pasar la meta y como llevaba casi hora y media sin parar, no andaba muy sobrado.

Al final, llegas al Boulevard donostiarra. Es la locura en la gente que lleva aplaudiendo desde que llegó Chema Martínez, hará más de 50 minutos. Les deberían hacer a ellos también control antidopaje. Te dan fruta, yogures, aquarius... y cuando recoges la mochila en la Plaza Guipúzcoa, me di cuenta q había un puesto de cerveza gratis también. Como era sin alcohol, sólo me cogí dos.

He estado mirando las muchas fotos que se han publicado y no salgo en ninguna. Debe ser que salí movido o que no estaba bien peinado y no merecía la pena hacerlas. Pero sí que he encontrado un vídeo de la llegada. Como es difícil os diré que aparezco en el segundo 20 por la derecha de la imagen y voy de negro...



Por cierto... ¿quién se apunta el año que viene?

martes, noviembre 04, 2008

¡Todo el pescado vendido!

Se acabó. Los deberes ya deberían estar hechos. Este domingo es la Behobia-San Sebastián. Lo que no se ha corrido hasta hoy no vale la pena entrenar esta semana. Hay dos opciones: o llego a pie a Donostia, preferiblemente corriendo, aunque sea con trote cochinero, o llego en ambulancia. No contemplo andarme con medias tintas.

Este finde me ha dado un pinchazo en el pie izquierdo y eso me tiene un poquito acojonado. Pero ayer corrí un poco y no noté nada raro. A partir de ahora dieta: carbohidratos, nada de alcohol y nada de sexo. Los que me conocéis sabeis que me gustan los macarrones, que me controlo con la cerveza y el patxarán y que tengo una habilidad innata para alejar a las mujeres.

Si por las razones que fuera hiciera el ridículo... no me lo tengáis en cuenta. Al fin y al cabo, sólo sería una vez más aunque esta vez pagando (la tasa de inscripción).

Para eventuales muestras de apoyo os dejo los comentarios de este post. Para los pésames colgaré algo la próxima semana.